Las tecnologías digitales, los contenidos convergentes, la democratización de la información y las bondades de la WWW en el contexto educativo, no sirven de nada si desde la primera infancia no existe un control parental al respecto
En la actualidad los padres «modernos» le dan a sus hijos un celular, un smartphone casi desde que nacen para que hagan parte de la «infoesfera» como la llama el autor Pierre Lévy. Muchos padres y madres incluso le crean a sus hijos cuentas en redes sociales desde que están en el vientre.
Las niñas y niños de hace unas décadas salían a las calles a jugar «tin-tin corre-corre», «la lleva», «Yermis», «La golosa», entre otros. Pero en hoy prefieren quedarse en casa jugando video juegos, entrando al Metaverso o conectándose a redes sociales como Twitch o Tik Tok. En estas comunidades virtuales ellos pueden chatear con infinidad de «amigos virtuales» de diferentes continentes.
Internet tiene tanto de bueno como de malo, no se trata de «satanizar» las tecnologías digitales, pero si de reflexionar críticamente frente a ellas. Hoy cuando se le pregunta a una niña o a un niño que quiere estudiar, la típica respuesta es quiero ser influencer, Instagramer, TikToker, Youtuber o Booktuber, entre otros. Esto no sería problemático si los niños y jóvenes pensarán en tener una formación, un conocimiento y que luego reflexionaran en cuanto a la responsabilidad que conlleva transmitir información en un espacio digital en el que abunda la desinformación y los discursos de odio.
Hoy todas y todos buscamos usar la mayor cantidad de tiempo que tenemos disponible para producir, crear y consumir contenidos multipantalla y multiplataforma, ya no tenemos tiempo para dedicarnos a pensar y menos para enseñarle a los niños desde la primera infancia que es la WWW, y cuáles son los riesgos de no usar correctamente las tecnologías digitales en nuestra actual sociedad.
El síndrome del «Chupete digital» se genera en padres, madres, cuidadores e incluso algunos docentes que buscan en las tecnologías digitales las mejores aliadas para cuidar, acompañar, enseñar y entretener a los más pequeños. Sin embargo en el ciberespacio las niñas, niños y jóvenes, están expuestos constantemente a un sin fin de delitos cibernéticos. Juegos tan peligrosos como el de «La ballena azul» han cobrado la vida de muchos niños al rededor de todo el mundo.
Desde pequeños los humanos deben contar con educación para la vida y esta educación no comienza con el jardín, la primaria, el bachillerato o la universidad; inicia desde casa, inicia desde la formación que nos inculcan nuestros padres. Sin embargo en la escuela el docente debe aprovechar los recursos digitales para apalancar los aprendizajes de sus estudiantes, no para entretenerlos y que «aprendan solos». Las tecnologías digitales deben ser utilizadas siempre desde el pensamiento crítico.
Los docentes enfrentan hoy retos muy grandes a la hora de enseñar, ya que es difícil «ganarle» a Tik Tok, sin embargo es fundamental que los procesos de enseñanza y aprendizaje estén mediados por las tecnologías digitales. Si se logra que el estudiante se conecte a la clase para aportar y participar por ejemplo, a través de un Padlet, un Kahoot o un Mentimenter, ya es una enorme ganancia.
El maestro debe lograr crear entonces un entorno amigable que promueva un aprendizaje asertivo con el estudiante y lo motive a crecer intelectualmente. El rol de educador debe ser un rol de escucha, acompañamiento, orientación y también conocimiento sobre el contexto de la niña, el niño, la joven o el joven.
Como docentes y líderes de opinión y también desde el rol de padres, cuidadores o maestros debemos conocer las dinámicas del ciberespacio para poder acompañar, orientar y lograr mediar estratégicamente el uso de las tecnologías digitales en la niñez y en la juventud.
Uno de los autores más relevantes en el contexto educativo afirma que:
Es imposible que enseñemos contenidos sin saber cómo piensan los alumnos en su contexto real, en su vida cotidiana; sin saber lo que ellos saben independientemente de la escuela, para ayudarlos, por un lado a saber mejor lo que ya saben, y por el otro lado para enseñarles, a partir de ahí, lo que aún no saben. (Freire, 1994. p.127).
Ya estamos inmersos en el hiperdigitalismo y padres de familia, cuidadores, docentes y todas y todos tenemos que intentar construir una mejor sociedad desde la casa, desde la escuela, desde la universidad y desde cada lugar de orientación en el que estemos.
🎙️ Escucha acá el Podcast Contacto Directo «Influencia de las redes sociales en niños y jóvenes» de la Radio Nacional de Colombia.
